sábado, 5 de mayo de 2012


                                       letteratura  letteraria & letteratura istorica

si  litteratura  deriva de  littera, todo lo que se elabore, construya, confeccione o componga de o con  litterae,  es  litteratura.   Así pues,  historia o istoria  es  litteratura  o  letteratura;  letteratura istorica,  si queremos especificar y, así, diferenciarla de otros tipos de letteratura,  sobre todo de la littérature par excellence, la littérature littéraire

una idea muy común es que esa  letteratura istorica  o  istoria  es un relato OBJETIVO redactado por escribas absolutamente neutros o imparciales; una mera fotografía plana, ni siquiera artística ni, mucho menos, retocada. Esto QUIZÁS pudiese ser cierto si la historia se redujese a una lista de los hechos registrados donde únicamente apareciesen nombres, fechas, lugares y cifras cuando, en palabras de Cicero:   erat enim historia nihil aliud annalium confectio.   Y decimos “quizas” porque, incluso en ese caso, podría haber la tentación de alterar alguno de esos datos

agreguemos que las istorias son istorias nacionales y, por este motivo, son casi como partes de guerra. Terminada la batalla (y muertos los combatientes, desaparecida la carne de cañón, pese a los buenos deseos del Poeta) el jefe de cada ejército eleva a su OberKommand el parte de guerra. Pero el parte de guerra es la versión de UNA de las partes y cada parte tiene SU versión. Lo mismo ocurre cuando un istoriador relata una guerra, la istoria de cualquier guerra varía según la ciudadanía de sus autores 

y si bien la istoria la escriben los vencedores, caben dos posibilidades, cuando la derrota de una de las partes ha sido absolutamente total, sólo queda el testimonio del vencedor; por ejemplo, en el caso de las punica bella, Carthaginis vox desapareció.  Muy distinto fue el caso de la francia post-napoléonica,  aunque no muy distinto el de la Alemania post-hitleriana

en la actual agresión de la christiandá contra el Islam, hay dos versiones; pero, felizmente, los avances en la technología mediática posibilitan, cuando menos, vislumbrar la otra cara de la moneda. Así, pese a todos los esfuerzos del establishment, ya nadie se traga el cuento de las armas de destrucción masiva almacenadas en Irak y todos sabemos “algo” de los espantosos crímenes de lesa umanidá perpetrados por los yankis y sus mercenarios

en AbiaYala los alienígenas invadieron el continente y lograron imponerse; pero, pese a haber sufrido el más espantoso Genocidio de la istoria (unos CIEN MILLONES de seres umanos y cientos de ethnias) los indígenas sobrevivientes nunca perdieron su identidad, ni cesaron en su lucha de resistencia a la invasión. Sobre el primer punto, limitándonos al Tawantinsuyu, podemos apreciar esto leyendo a Titu Kusi Yupanki, a Blas Valera, a WamanPuma o a Sancta Cruz Pachakuti Yamki Salkamaywa

destruidos los Estados nativos, los alienígenas se constituyeron como las primeras bandas, pandillas, gangs, mafias u oligarkías de este continente que instauraron el más espantoso systema de opresión para explotar a los indígenas y saquear sus riquezas en beneficio de su reyezuelo y, solapa nomás, en el suyo propio. Hace dos siglos, algunas de estas pandillas, en parte incitadas por inglaterra, y en parte por la desastrosa situación que atravesaba españa, se percataron de que les era más provechoso romper con madrí y así, con la muy discreta ayuda inglesa, empezaron las werras de la emancipación

en el caso de este país, la oligarkía local ni siquiera quiso desligarse de su metrópolis. Los dos primeros presidentes traicionaron la causa independentista y murieron, uno en el destierro, escapando de una condena a muerte aún pendiente; y el otro, fugado y refugiado en territorio todavía español.  Las mismas mafias coloniales son las que, renovadas, remozadas o remendadas, continúan en el poder en la mayor parte de estos países, aunque la tendencia es la de, por fin, lograr la liberación de nuestros pueblos

para detentar el poder (es decir, para poseerlo de modo indebido y para abusar de él) no bastan espadas, balas o tanques, se necesita que una buena parte de la población vea las desastrosas condiciones en que vive como un mal necesario o, incluso, inevitable. Y, desde la invasión, la oligarkía ha logrado esta hazaña por medio de la “educación”; todo el systema educativo que implantaron tuvo como objetivo lograr que las masas acepten su dominio y sus abusos

y el conocimiento de la istoria es uno de los temas fundamentales de la educación; por esto, la istoria (la literatura istórica) es la materia que más se manipula. Se la manipula tanto que, en realidades como la nuestra, muchos relatos literarios (de la literatura literaria o literatura a secas) llegan a ser más auténticos o fidedignos que los de los manuales de istoria. Agreguemos que ahora que la investigación está descubriendo puntos que se han solido pasar por alto o rectificando algunas versiones tradicionales, el establishment ha considerado oportuno eliminar la istoria como materia de estudio en el curriculum escolar. Entonces, y con mayor razón, nos queda la literatura que, además, siempre ha tenido algo de istoria y algo de biographía; autobiographía, cuando menos

además de las biographías o autobiographías escritas y presentadas como tales, salvo los textos estrictamente científicos, todo lo que sale de la pluma del escritor, escribiente, escribano o escribidor es velit nolit y, en mayor o menor medida, autobiográphico. Y mientras más pedestre sea cualquier pluma que pretenda no serlo, más autobiográphico es el producto de su garrapateo (la ciudá y sus perros  o  Yo y mi tía Giulia, x ej.). Esto no significa que todo escrito más o menos autobiográphico sea de mala calidá. NO es así (Proust, x ej.) lo ramplón son las producciones que exudan mercenarismo, aventurerismo, arribismo u oportunismo

por otro lado, la novela o el cuento (dejemos a la Poesía para otro art.) siempre han sido istoria, especial- (aunque no exclusiva-) mente, istoria social.  Esto es así porque litteratura es imitatio, es la  μιμησις  (todo lo arreglada, kosmetizada, transfigurada, desfigurada o deformada que se quiera) de esa parte de la realidá que el escribidor describe.   Auerbach  selecciona una veintena de ejemplos de las literaturas griega, romana y euro (la lista puede ampliarse todo lo que se quiera) de esta imitatio mundi

evidentemente, lo mismo ocurre con la literatura de cualquier parte del mundo. Volveremos sobre este tópico con un somero análisis de lo mejor de nuestra literatura    

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