sábado, 28 de julio de 2012

káncer o sida?


en el circo electorero del 2006 algunos personajes se percataron de que los candidatos ala presidencia no eran malos, eran pésimos. La situación se ha repetido en el 2011. Y, en ambos casos, con resignación ovejuna, la mayoría dijo: “tenemos” que elegir entre el káncer y el sida
en el seis estaba en la cárcel y no podía “elegir” nada.  Fui excarcelado a fines del nueve así que ya este año, podía “elegir”.  Pero, como a cualquier ser mínimamente racional, me pareció estúpido “elegir” una de dos posibilidades a cual peor
si, en algún futuro no tan inimaginable como por ejemplo, estar secuestrado (no nuevamente en la DIRCOTE) en alguna de esas prisiones clandestinas que el systema mantiene (y no solamente en Wantánamo) y, muy cortésmente, me ofreciera una “elección” de ese tipo, me negaría a hacerlo 
si alguna fuerza siniestra (que las hay) desea asesinarme, que lo haga del modo que le parezca, que NO cuente con mi permiso. Por lo demás, tampoco son “tan” amables
curiosamente, ningún “portavoz” de la opinión “pública” se percató de algo tan sencillo, todos se sintieron “obligados” a optar por uno de los candidatos a pesar de que era difícil pronosticar cuál sería el “más” letal, no sólo nocivo
la única excepción que conozco es una dama a la que diario 16  entrevistó hace ya varias semanas (comentamos esto en un art. que está en este blog) y que manifestó que había viciado su voto. Es lo que yo también había hecho y con más motivos
todo el mundo, incluídos los personaje “más” onestos, recomendaron al que “creían” (tan ingenuos son o eran?)  que era el menos malo de los candidatos
caso paradigmático es Herr hildebrandt;  lamentando haber intervenido en la campaña, reconoce que lo hizo olvidando  “los  cadáveres  escondidos  en  el  armario” del candidato que apoyó.  (Esto es algo que también comentamos en un art. en este blog)
sobre esos cadáveres,  hildebrandt es uno de los que más sabe. Pudo “olvidar” algo así, o es que la posición en que se suele mostrar es mera “teatralización” (término consagrado por un ex-premié del que hildebrandt recordó que era el encargado de felicitar a los “colina”)
 todos los intelectuales (sin comillas porque, lamentablemente, lo son;  sus cerebritos trabajan más que los de otros ciudadanos; pero,  para qué?)  “olvidaron” no solamente esos cadáveres, sino algunos detalles más, pero bastaban las dudas o sospechas de  MADRE MÍA (ahora son una certeza por motivos que señalaremos en otro art.) para descalificar a este candidato
y esto va para los que ahora se lamentan,  si no te importaron los “desaparecidos” de MADRE MÍA, y no digas que no lo sabías,  porque creerte que te indignan los ASESINADOS de ahora?
entonces, qué se podía haber hecho? Lo único sensato y onesto oviese sido una gran campaña a nivel nacional a favor del voto VICIADO. No se hizo porque primaron los más mezquinos intereses
en primer lugar, los de esa intelectulidá que por años, lustros o décadas o no ha querido o no ha sido capaz de organizar un partido popular, es decir, auténticamente democrático y que, vista la orfandá de cuadros de ese candidato, se dijeron, “empujemos su carreta, si llega a la meta, alguito nos tocará”
lo primero que intentaron fue ser parte de la lista de candidatos y, de ser posible, aspirar a una curul; pero si no se podía, candidatear a lo que fuese.  Por último, obtener chamba en no importa qué dependencia
los mejor ranqueados aspiraban a menistros o embajadores; pero si no, bastaba una asesoría, una agregaduría o, incluso, algún puestito de menor rango en cualquier menisterio o embajada
lamentablemente buena parte de la juventú  pensó igual, sobre todo los universitarios que ahora, a diferencia de los de hace algunas décadas, están pensando principal, si es que no exclusivamente, en cómo y dónde  “ubicarse”
{puedo decir esto porque fueron muchos los universitarios que, con razón o sin ella, supieron sacrificarse. Sólo mencionaré a Javier Heraud entre los que conocí personalmente (aunque no fuimos amigos)
mucho más adelante, cuando fui miembro de la Asamblea Universitaria de nuestra AlmaMater,  fui testigo de los esfuerzos hercúleos que hacía la Comisión presidida por el vicerector tratando de hacer respetar los DDHH de alumnos cuyo delito, muchas veces, había sido condenar la injusticia
en esos años (fines de la década de los 80) hubo decenas de alumnos desaparecidos ante la indiferencia de la mayoría de la comunidá universitaria  (profesores y alumnos)
interesarse en esas cuestiones era (sigue siéndolo) peligroso y Alfredo Torero y Fernández de Córdova sabía muy bien esto;  pero no se arredró, aunque luego pagaría las consecuencias de su “atrevimiento”.  Por eso, su memoria me merece el mayor de mis respetos y el omenaje que le tributo es el primer art. de este blog}    
parte de la inteligentzia “gozó” de eso por algunos meses (una caricatura del genial Carlín capta el desembarco que sufrió la mayoría de esos personajes porque, valgan verdades, fueron  arrojados a la vía pública del coche en marcha) y unos pocos siguen “aprovechando”
no sería justo ignorar el caso de profesionales capaces y onestos que, creyendo en la  “gran transformación”  solemnemente prometida, quisieron colaborar pero, vistas la corrupción y la traición que se iban desenmascarando, renunciaron a ser cómplices. Pudieron ser muchos, sólo conozco los casos de Soledad Piqueras y José de Echave. Merecen nuestro mayor respeto y gratitú
así pues, los que trabajaron o, cuando menos, colaboraron con su voto para que el éroe de MADRE MIA, llegue a ser éroe nacional y que el teatro de su eroismo sea todo el pais, no pretendan lavarse las manos

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