toynbee es uno de los intelectuales uropeos más destacados
del s. xx y el más erudito defensor de “occidente”, es decir, de la cultura
uropea que es la judeocristiana o cristiana a secas
casi todas sus obras son apologetic masterpieces. La fundamental es
la monumental A Study of History (tan voluminosa que sólo hemos leido la
versión castellana del compendio de Somervell)
lo demás (sobre
todo Civilization on trial y
An historian’s approach
to religion que, más adecuadamente debió llamarse A
believer’s approach to
history) son addenda al Study
como buen uropeo, toynbee es un buen cristiano, con sus
“virtudes” correspndientes. La primera,
el afán imperialista, obedeciendo la
orden del maestro que declaró a sus
discípulos: Data est mihi omnis potestas in caelo, et in terra,
euntes ergo docete omnes gentes...
docentes eos servare omnia quaecumque mandavi vobis... (Mt 28, 18-20)
a este maestro no sólo se la ha dado todo el poder en la
tierra y en el cielo sino que, además, es la encarnación de la lux (Ego sum lux mundi... Jn 8, 12) la
materialización de la veritas liberatrix (veritas liberavit vos... 8, 32) y de la única via salvationis (Ego sum via, et veritas, et vita... 14, 6)
así pues, todo cristiano auténtico “debe” difundir, propagar,
propagandizar o imponer su fe
“omnes gentes” a como de
lugar. toynbee ni es si se siente una
excepción y, provisto de su buena carga de eruditio, se apresta a cumplir su
misión
para ello, lo primero que hace es afirmar que la cultura
cristiana es hija o heredera (o ambas cosas) de la helenística y, por lo mismo,
niega que ésta haya sido asesinada por el cristianismo, desentendiéndose
del cúmulo de pruebas que, pese al intento de borrarlas, todavía existen
para toynbee, la cultura helenística DESaparece, se
DESvanece, se esFUMA a causa, únicamente, de sus propias debilidades, errores o
defectos
sigue un “interregno” y, como Aphrodite, de las azules aguas
del Mediterráneo surge la cultura
cristiana joven y bella, con la mente inocente y las manos limpias. No fue así, absolutamente: blood and wine were on her
hands, when she came to her goal, the imperial power & the rest
justamente, en su intento de negar el culturicidio, toynbee atribuye
al califa Omar la destrucción de la Bibliotheke y del Mouseion (I, 518). Tampoco fue así, cuando Omar llega a
Alexandria, ya no quedaban libros para quemar
todo había sido ya arrasado entre el 391 (el primer gran
ataque registrado) y los años que van del 414-7 cuando, en su arremetida final,
las hordas cristianas no sólo destruyen o mutilan libros, mapas, estatuas,
cuadros, instrumentos científicos y musicales y hasta los edificios que
abrigaban esas cosas, sino que asesinan a los profesores y estudiantes que no
escaparon a tempo (GIBBON, 1903, VI, 14)
{hace veinte años, un grupo de eroicos soldados del glorioso
ejército peruano asesinó a un grupo de alumnos y profesores de La Kantuta. Y si sus antecesores de Alexandria lo
hicieron para imponer el cristianismo, éstos lo hicieron para salvar la
civilización “occidental y cristiana”. Dentro de unas horas staremos en el
Derrama Magisterial adhiriéndonos al homenaje a la memoria de estos mártires de
la Academia que el systema suele inmolar periódicamente}
pero eso no es el meollo de la apología toynbeeana. Lo
principal es que, en su estudio de la historia (o de las civilizaciones) empieza por separar las culturas primitivas o
“inferiores” (por las que siente gran desprescio) de las superiores o “grandes”
culturas
esas “grandes” culturas vivas son cinco (aunque sólo sean
cuatro) de las que la más importante es
la cristiana cuyos espantosos crímenes (culturicidio, genicidio, violencia
crudelísima, esclavización de los “primitivos”)
toynbee conoce, pero no sólo “justifica”, sino elogia:
Cuando llamamos
“nativos” a las personas... las vemos
como animales salvajes que infestan el pais en que los hemos encontrado, como
parte de la flora y la fauna... podemos
exterminarlos, o lo que es más probable hoy, domesticarlos y creer honestamente
(quizá sin equivocarnos) que estamos mejorando la raza... (I, 53)
si la “traducción” es
correcta, lo que afirma toynbee es que “las
gentes de pellejo blanco creen, honestamente y sin equivocarse, que están
mejorando las otras razas”
no sólo esto, para toynbee, las otras cuatro (tres) grandes
culturas son meras supervivientes, están acorraladas, enfermas, moribundas, prácticamente
en vías de extinción. Es una clara muestra de que, fuera de la única via
salvationis, todo lo demás es muerte y desolación
todo esto es, simplemente, propaganda “subliminal” a favor,
no de ninguna cultura, sino del imperialismo angloyanki que, cuando escribe
toynbee, gracias al monopolio de la bomba, creía que ya estaba muy próximo el
momento de aplastar definitivamente a las otras potencias y, como medio siglo
después, lo proclamará un japoyanki (qué tal cocktail) poner punto final a la
historia
pero la historia no ha terminado y quizás termine de un modo
diametralmente opuesto al soñado por toynbee & cia. No vamos a entrar en
detalles sobre un proceso que, ahorita, esta bullendo
las víctimas que toynbee “creía” tener listas para el
sacrificio, Rusia, China, India y el Islam (encarnado ahora por la República
Islámica del Irán) son rivales que, si
los yankis se atreven a desafiar, les darán una respuesta contundente; la que está acorralada ahora es la bestia
apocalíptica del imperialismo
no sólo eso, algunas de las víctimas seculares de
“occidente” también han logrado liberarse y no volverán a su papel de ganado en
lo que fueron corrales o muladares del imperialismo. Así pues, las actas de defunción
que toynbee firmó, ni inocente, ni honestamente sino, como parte de un muy refinado
programa de desinformación, son falsas de toda falsedumbre
aquí estamos: KASHKANCHIKRAJMI, NO
kashkanirajmi ni, tampoco, kaypim kachkani
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