1.del sapere aude,
al iudicare aude
si ya te atreviste a saber, a conocer, a investigar, el
siguiente paso trascendental es atreverse a mirar con ojo crítico lo que
has aprendido, sea que lo aprendiste por tu propia experiencia o que lo hayas
aprendido escuchando o leyendo
nunca aceptes ciegamente lo que magister dixit; Amautakuna,
Yatirinaka, máistros, todos ellos pueden ikivukarsi y es un deber,
incluso para sus admiradores, señalar esas fallas o errores
ese deber es mayor en el caso de los discípulos, los
auténticos o los que creen serlo, porque ellos, se supone, deben superar al máistro. Los otros, los que por algún interés subalterno,
fingen ser tales, no interesan
pero gentes que ni siquiera pueden detectar las deficiencias
de su mentor o si, conociéndolas, no se atreven a mencionarlas, mucho menos podrán superarlo. Son torpes o convenidos
2.arguedas nos merece el mayor respeto
el doctor arguedas, además de ser, y muy merecidamente, uno
de los grandes íkonoi de este pais, fue
el siñor catidrático del curso de anthropología que cursé y aprobé en 1961
así que lo he escuchado, he léido todo lo publicado hasta
hoy en los cinco tomos de su opera omnia littéraire. Y he léido y escuchado mucho de lo que se
skribe y se dice dél
y también lo
respeto. Y ese respeto, además de
los motivos usuales, proviene incluso de aspectos que nadie menciona. Me
refiero, por ejemplo y concretamente a una de las aristas de su muerte (hubo
muchas)
uno de los móviles de su decisión suprema es que siente que
ha llegado al límite de su capacidá creativa.
Arguedas estimaba (y con toda razón) que, skribiendo, estaba cumpliendo
una misión muy importante, no fue un mercenario, no skribía por money
se sintió (y lo fue) una especie de profeta que, con su
pluma, contribuía a una causa y si llega el momento en que ya no puedes cumplir,
estás demás. Y, si estás demás, mejor te
quitas; hay que saber salir a tempo de la festa
además de los méritos que todo el mundo le reconoce, esta
decisión de arguedas no sólo es la más honesta que podía tomar sino que, si
comparamos este desprendimiento con la actiú uno de los más grandes pensadores
uropeos en una situación similar, se ve que nuestro Amauta fue mucho más honesto
en la vida de nietzsche llegó un momento en que, por motivos de salú
(graves problemas a la vista y terribles jaquecas) se vió imposibilitado de
ejercer la docencia, de skribir, de leer y aún de pensar; un pensador que ya no puede ni siquiera
pensar, es como un cojo en un baile pero...
a diferencia de Arguedas,
nietzsche no sólo se quedó sino que, siendo una persona de condición
modesta, se dio a la gran vida sin querer percatarse de que eso era posible
sólo porque su madre y su hermana
acosaban a la universidá para seguir cobrando un dinero que ya no correspondía
pero los dioses, que a veces castigan faltas o delitos
relativamente leves y otras perdonan los más terribles crímenes, fueron implacables con este Deutsche Denker. Por unos cuantos años, le permitieron gozar de
la vida todo lo que nietzsche era capaz de gozar
(que no era mucho porque llevaba el estigma de esa rigurosa DEformación
que inflige el cristianismo en la más represiva de sus versiones; fue hijo de
uno y nieto de dos feroces pastores alemanes y si bien su madre no era pastora,
si fue alemana)
pero muy pronto le llegó la más terrible de las sanciones,
algo que nietzsche ya había previsto, su intelecto murió y la cáscara quedó
viva por más de una década
con mucho, la actitú de arguedas es más honesta y más digna
3.pero fue un
ACULTURADO
todos los méritos que alguien pueda acumular, no deberían impedirnos ver sus
fallas. En arguedas hay una fundamental que él nunca admitió, su ACULTURIZACIÓN
esta afirmación va a levantar olas, mareas, tsunamis de
protestas, pero veamos porque lo decimos y nuestro principal punto de apoyo será
el tan celebrado y tan malentendido ( no
conviene entenderlo bien) discurso de arguedas:
NO SOY UN
ACULTURADO
a ninguna persona honesta y racional se le ocurriría salir a
las calles a gritar: YO NO SOY
UN LADRÓN. Y cualquiera que así
lo hiciese, daría motivos para sospechar que SÍ es ladrón (o que ha perdido el juicio)
por supuesto que arguedas no necesitaba salir a las calles
para gritar con voz estentórea su verdá, ni siquiera necesitaba gritar, eso
queda para el Pueblo; los intelectuales no actúan así, hablan reposada, suave,
casi inaudiblemente
pero su voz suena y resuena con mucha mayor potencia; así
sucede con esta declara/proclamación arguediana. Y quienes escuchamos la voz de
la inteligetzia, solemos creer en lo que dice. Pero no es conveniente creer,
hay que tratar de saber y, para ello, analizar qué se está diciendo
la declaración de arguedas revela, cuando menos,
inseguridá y si hay inseguridá, algo está fallando; por
supuesto que se puede sostener que si alguien proclama a viva voz que no es
ladrón será porque, efectivamente, no es ladrón
pero no es solamente el título, en ese discurso hay más pan
para rebanar, pero lo dejamos para más adelante
aquí, simplemente, examinaremos una palabra igualmente
famosa y celebrada que se suele tomar como toda una declaracíón (y lo es): KACHKANIRAJMI (o
también: KAYPIM KACHKANI)
pero, una declaración... de
qué? Automáticamente se responde que es una declaración de la vitalidá y
permanencia de la cultura “quechua” porque es una voz de ese idioma
{que no se llama así, sino RunaSimi o, más clásicamente,
RunapSimin. Lo que ocurrió es que en la primera grammatica del RunaSin escrita
en castellano (1570) su autor, domingo de sto. tomas lo llamó “quechua” y el
nombre se impuso, incluso en gran parte de los “kichuablantes”}
pero no se trata solamente de las palabras empleadas,
también hay que ver (o tratar de hacerlo) qué es lo que hay detrás de esas
palabras?
y aquí, lo primero que hallamos es UN sujeto: YO, ese mesmo YO que puede leerse en la firma
de caulquier autócrata uropeo: YO, el
Rey. El doctor arguedas dice: YO estoy
aquí. Tú, y los demás, ontán, óntamos?
y esto es algo que nos disuena incluso a quienes tenemos el
conocimiento más elemental o superficial
de la mentalidá, es decir, de la fuente de la cultura “kichua” (y, en general
de todas las culturas que constituyeron el Tawantinsuyu o, más aún, de todas las culturas de AbiaYala)
que, hasta donde sabemos no es individualista o egoísta
no sólo esto, cuando alguien encarna o representa (o así lo
cree) una cultura, una sociedá o, simplemente, un grupo (por más pequeño que
sea) ya no puede decir YO, no está solitario
mucho menos cuando se trata de esa cultura de la que y en la
que arguedas aprendió el valor de la solidaridá y la fraternidá
nosotros también SABEMOS que no es solamente la cultura kichua la que está viva y continúa
resistiendo desde hace cinco siglos (Manuel Scorza llamó a esta resistencia
secular “la guerra silenciosa” y se ocupa en cinco bellas novelas de uno de sus
episodios) son todas las culturas que sobreviven en AbiaYala que no están
dispuestas a continuar en el papel de víctimas
y sintiéndonos parte de esa resistencia que no es (ni podría
ser) un asunto meramente personal, colectivamente
afirmamos: KACHKANCHIKRAJMI, KAYPIM
KACHKANCHIK: aquí estamos, herman@s del Tawantinsuyu y de todo el continente
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