VIII
EL GENOCIDIO DE ESPAÑA CONTRA EL ISLAM Y
EL PAPEL QUE ALLÍ DESEMPEÑÓ EL FIDELÍSIMO SÚBDITO E ILUSTRE
CAPITÁN DE SU MAJESTAD GARCILASO
DE LA VEGA Jr., SIKARIO MATERIAL E
INTELECTUAL DEL MUY
CATHÓLICO REY DE
LAS ESPAÑAS.
En
el 711, en una especie de BlitzKrieg
(una carrera de unos meses) tropas árabes lideradas por alTarik ibn Ziad
llegaron hasta Yabal alTarik, de allí saltaron a la península, llegaron hasta
los pirineos y siguieron más adelante hasta que, en Poitiers, los detuvo Carlos
Martel; de allí retrocedieron y volvieron a cruzar los pirineos para educar,
domesticar o apacentar a sus ovejas íberas.
El
dominio Árabe fue paternal y tolerante, benévolo y kulturizador. Entre el 800 y
el 1200, la españa musulmana fue el más importante centro kultural de la
europa christiana; y en los
siglos ix y x, la universidad de Córdova el más brillante foco intelectual de
ese continente, adonde llegaban para aprender franceses, italianos, flamencos,
alemanes y hasta ingleses.
Los
árabos reintrodujeron en europa los textos philosóphikos, médikos, mathemátikos
y astronómikos que los christianos habían destruido con tanto empeño medio
milenio antes. Aparte de esto, los aportes de científicos y pensadores
musulmanes fueron de importancia capital para la futura Rinascitầ.
Abdul-Walid Muhammad ben Ahmad ibn Rusd
(1126-98) fue el más inteligente de los intérpretes del Aristotéles, por eso
fue conocido como el Comentador; fue médico, mathemátiko y astrónomo. La
racionalidad de su pensamiento obligó a los christianos a condenar sus thesis
en París en 1277; pero su influencia llegó hasta Giordano Bruno (asado vivo en
1600 en Roma).
alKanun (Canon de la Medicina) de
Abu Ali al-Husayn ibn Abd Allah ibn Sina
(980-1037) fue texto en las universidades uropeas hasta el s. xvi; y Abu Nasr Muhammad al-Farabi (870-950) superó la epistemología del Pláton y
del Aristotéles en su Ihsa al-Ulum (De
Scientiis). Y no fueron tres, fueron docenas los sabios islámicos que
contribuyeron para la superación intelectual de europa.
Los
únicos que opusieron una férrea, casi heroica resistencia secular para no
superarse intelectual ni moralmente fueron los españoles que, justamente
irritados por los esfuerzos desasnadores de sus amos y para librarse de tan
molestos pedagogos iniciaron esa guerra llamada reconquista que terminó en
1492 con la capitulación de Granada
documento en el cual los reyes católicos prometieron del modo más solemne respetar
la cultura y la economía del Pueblo Árabe.
Un
factor muy importante en la re-conquista (que se suele callar o minimizar) fue
el apoyo que tuvieron los christianos españoles por parte de la christiandad
euro que enfocó esta guerra como una cruzada. Mutatis mutandis, el apoyo que
recibió la christiandad española del resto de la christiandad para reconquistar
la península fue tan decisivo como la intervención inglesa a principios del
siglo xix para arrojar a las tropas francesas de la península o la alemana para
derrotar a los “rojos” en la cruzada de 1936.
(Y
ya que llegamos a eso, también sería bueno recordar que en esta última “cruzada”
los sikarios más feroces y temidos de franco fueron los soldados de su Guardia
Mora; sería algún tipo de revancha?)
Por
supuesto que, como venía ocurriendo desde hacía siglos en todas las ciudades
reconquistadas, apenas los españoles ocuparon Granada, desaparecieron todos los
centros de culto diabólico: mezquitas, baños públicos y bibliotecas (los libros
se hicieron humo.
Pero,
pese a ello, las cláusulas de la rendición fueron tan insólitamente generosas
que todo hacía sospechar que ya antes de firmarla los vencedores tenían
planeado traicionar la capitulación que solo fue una artimaña para ganar tiempo
y ahorrar recursos a un estado casi exhausto. Recordemos que pese a que la
expedición de colón era un asunto de política de estado, el erario carecía de
fondos para financiarla.
Las
promesas a las que tan solemnemente se habían comprometido los muy cathólicos
reyes se respetaron muy pocos años; en 1499 se exije a los moros que se
bauticen, ante su negativa, son despojados de sus propiedades, sus libros son
decomisados y quemados y los christianos empiezan a secuestrar a sus niños para
christianizarlos.
Esto
es el antecedente no solo de las medidas akulturizadoras tomadas por misioneros
christianos con niños de comunidades indígenas en AbiaYala, sino también del
secuestro de hijos de “ciudadanos” considerados “rojos” por los genocidas
argentinos hace unas cuantas décadas.
Ward
CHURCHILL describe esa situación en el norte (Kill the Indian, save the Man: The Genocidal Impact of the American Indian Residential Schools,
2004). Y relacionando estos dos acontecimentos, Naomi KLEIN escribe:
Este capítulo de la historia
de la argentina guarda un sorprendente paralelismo con el robo masivo de niños
indígenas en estados unidos, canadá y australia, donde se les enviaba a
internados, se les prohibía hablar sus lenguas nativas y se les coaccionaba
para que fuesen más “blancos”. (156)
Hasta
donde puede rastrearse con toda facilidad, el “sorprendente paralelismo” viene, cuando menos, desde fines del s.
xv cuando, junto con los genocidios, españa empezó a imponer ese tipo de
téchnicas terroristas A-kulturizadoras; españa, como cantaba Vallejo, ha sido
una gran maestra.
{En la página siguiente de su libro, Naomi
relata que en el sótano de un edificio comercial de los bueno sayre, se
encontraron huellas del modo cómo el estado argentino defendía la libertad y la
democracia en ese país y cómo los “gobernantes” trabajaban por el bienestar del
pueblo. Son unas pocas líneas que nos impactaron profundamente y que todavía,
adelgazados por el tempo, nos suscitan sentimientos de dolor, rabia e
indignación:
En
las paredes de las mazmorras todavía se podían ver las marcas desesperadas que
habían hecho los prisioneros muertos hacía tiempo: nombres, fechas, súplicas de
ayuda.
Cuando en enero del 2005 el estado
peruano, a través de sus agentes, esbirros o sikarios policiales y judiciales
nos confirió el alto e inmerecido honor de alojarnos en una de sus villas de
recreo y esparcimiento (av. españa entre Chota y ugarte) permanecimos más de
una semana encerrados en un reducidísimo cubículo cuyas paredes, a simple
vista, estaban cubiertas por una capa de un rosado desvaído y mugroso que,
simplemente, hacía juego con el ambiente de esta residencia especialmente
diseñada para facilitar las más profundas meditationes y lograr el más benéfico
relax.
Pero nuestros compañeros, habían quedado
impactados por lo que cualquier persona con vista normal podía distinguir y nos
informaron que era un amontonamiento de docenas o cientos de inscripciones; forzando
la vista al punto de provocarnos mareos y jaquecas, logramos descifrar algunas
de ellas; eran, como dice Naomi KLEIN en este pasaje que leeríamos unos años
después: MARCAS DESESPERADAS.
Los yanquis no solo ponen en el poder a
las mafias que oprimen y explotan a sus pueblos, sino que también entrenan a
los grupos encargados de apresar o secuestrar al que proteste para torturarlo y
asesinarlo. La casa de estudios de mayor nivel académico para este tipo de
preparación la llaman la escuela de las amérikas. El actual presidente de este
país es diplomado, maestrado, amaestrado, graduado y doctorado en esa tan
benemérita institución.
En cuanto a las víctimas, el único
derecho de que gozan es la posibilidad de quejarse. Esas “marcas
desesperadas” son expresión de ese
derecho que tan generosamente concede el estado a los peores enemigos de la
sociedad. Pero a Naomi se le pasó un detallito, los graffiti habían sido hechos
por los mártyres con su propia sangre; por lo demás, es muy diferente
informarte de hechos de este tipo leyendo a haber tenido estos testimonios
delante de tus ojos y rozando tus narices e impactando directamente en tu
cerebro y en tu corazón.
Los estados crean y mantienen con todo
esmero a los cuerpos de esbirros o sikarios, materiales o intelectuales que son
los que garantizan la subsistencia del systema. Por reacción natural, frente a
la injusticia, la opresión y le explotación, surgen o insurgen quienes creen
que se debe luchar por la justicia, la libertad y la dignidad. Naomi KLEIN es
una de esas guerrilleras o montoneras intelectuales que, desde las entrañas del
monstruo, denuncian sus atrocidades y proponen alternativas.}
Volvamos
al s. xv; las tan refinadamente christianas agresiones contra los moros provocaron
una rebelión desesperada que fue rápida, fácil y cruelmente sofocada. Los
rebeldes fueron despedazados y los moros que ni se habían revelado ni habían
huido, fueron obligados a bautizarse so pena de ser igualmente despedazados. En
1501, toda españa es católica, oficialmente.
Luego
de esto y durante décadas y a pesar de ser una minoría hostigada, los
campesinos de Granada son los más prósperos de la península; esto va creando un
clima de envidia y de odio que se expresa oficial y extraoficialmente
(impuestos desmesurados, multas injustificadas, insultos, amenazas y agresiones
anónimas de la chusma christiana) y que motiva que en 1568 estalle otra
rebelión desesperada que es reprimida con el genocidio.
En
la primera etapa los asesinatos son indiscriminados; en la segunda se procede
con mayor “inteligencia”, se hace una cuidadosa selección, hombres y mujeres
capaces de resistir la esclavitud son conservados; el resto, la pobre humanidad
doliente, incapaz de soportar tan dura vida, fue cruel y christianamente
asesinada; todo pareció haber sido consumado en 1570.
El
genocidio fue tan atroz que el propio jefe de las ordas asesinas, el ermanastro
del rey felipe, se arrepintió de los crímenes perpetrados por sus soldados. Por
supuesto que los ispanófilos tratan de disminuir la magnitud de los hechos, por
eso, Rivagüero los califica de “pintorescos
encuentros granadinos” (II, 33).
Y la
tergiversación de los hechos es insuperable en estas líneas donde Manuel Burga pretende “justificar” la
intervención de garcilaso en esos “pintorescos
encuentros granadinos”:
Con la espada defendió a los
españoles de los moros insurrectos en las Alpujarras…
(“Los Comentarios Reales y la Utopía Andina”, 8. LIBROS Y ARTES, 2009, año
viii, nn. 32-3, 6-9)
NO
Maestro, no fueron moros atacando a indefensos españoles; lo que hubo primero
fue una secuencia planificada de agresiones contra campesinos que oficialmente
ya no eran moros (musulmanes) eran christianos (por más que se pudiese dudar de
la authenticidad de su conversión) y, por lo mismo, ya se les llamaba moriscos.
Una
persona o un grupo puede ser agredido hasta el punto en que la agresión (y
mucho peor si se trata de una serie de agresiones planificadas) ya es
insoportable; llegados a ese punto, estalla la rebelión o insurrección. Este
esquema está presente en los cientos o miles de rebeliones ocurridas en
AbiaYala (para mencionar solo las conocidas) y que sirvieron de pretexto para
los genocidios con que terminaban esas insurrecciones.
Entre
los feroces genocidas “españoles” estaba un mesticillo (RA II, 15) llegado de
las “Indias” o del Perú que, despechado por el rechazo de la burocracia a sus
reclamos o “desengañado de sus
esperanzas cortesanas, se alistó en el ejército” (31).
Sin
embargo, pese a este segundo gran genocidio,
a que ya nadie profesaba la religión musulmana y a que las personas de
ascendencia árabe ya no podían ser propietarias de tierras, los españoles
sienten que su sola presencia es una afrenta al orgullo nacional y, cuarenta
años después, en 1610, españa dio la “solución final” a su problema con moros y
moriscos, exterminando a todo el que no hubiese escapado a tiempo.
Todo
ese proceso genocida que duró más de un siglo fue loado en los púlpitos y
elogiado por la inteligentsia de la época y, por si falta hiciese, tres siglos
después lo aprobó el más célebre pensador parido por las españas. Y cada vez
que pudo, garcilaso expresó su orgullo de haber sido parte destacada de esos
destacamentos genocidas.
Pero
el resentimiento, rencor u odio de españa por sus antiguos y frustrados
educadores no cesó en ningún momento; muy poco después de terminada la
reconquista, el cardenal cisneros ya está azuzando a sus reyes para reiniciar
la cruzada invadiendo al Islam; poco después carlos, al no poder apoderarse de
toda europa quiso construirse un imperio mediterráneo, sin lograrlo.
Pero
ese afán imperialista archivado provisionalmente en el s. xvi, se reactivó
entre fines del siglo xix y principios del siglo xx como un intento de ocultar
la debilidad, la esclerosis y la decrepitud de españa de las que ya nadie podía
dejar de percatarse después del 98.
La
conciencia de que el estado de postración en que estaba españa gracias a su
clase “dirigente” (explotadora) fue uno de los factores que, agregados a la
miseria y explotación seculares sufridas por el pueblo español y a la opresión
impuesta por castilla sobre las ethnias minoritarias, explotarían unas pocas
décadas más tarde en una de las más feroces guerras civiles europeas que entre
1936 y 1939 dejó como saldo cinco millones de víctimas en una población de 24
millones. APPENDIX 14
Por
último hasta el 2004 soldaditos
españoles desempeñaron muy bien su papel de gurkas sumisos al servicios de los
yanquis contribuyendo alegremente en el genokulturicidio que la cultura europea
o judeo christiana está perpetrando ahora contra el pueblo árabe (Palestina,
Irak, Libia y Afganistán).
Desde
el siglo xix los yankis empezaron sus intentos de dominar su cercano occidente
(todavía no se percatan de que no están en su isla natal y se refieren a esa
región del mundo como lejano oriente) y si bien conquistaron japón en 1945, en
1949 fueron expulsados de China, en 1954 de la parte norte de Korea y en 1974
de VietNam.
Fueron
hazañas que costaron millones de vidas pero, gracias a ello, el mundo amarillo
recuperó su independencia y, con ello, su identidad, que es el primer paso para
el auténtico progreso de los Pueblos (el producto más visible de ese proceso es
el avance de China que está en camino a ser la primera potencia mundial en un
futuro bastante cercano).
Pueblo
sin identidad no es pueblo, es lumpen; en eso quieren terminar de convertirnos
los lacayos del imperialismo, los marketeros de la “modernidad” y del “libre
mercado”, los partidarios de culminar la “ globocolonización.
No hay comentarios:
Publicar un comentario